El Año de la Fe bien puede ser un año peregrinante.
Peregrinar para un cristiano no es solo “hacer turismo” o “ir de excursión”.
Peregrinar implica salir del lugar donde vivimos, tanto físico como espiritual… y
caminar despojándonos de la comodidad diaria, para enriquecernos
espiritualmente en compañía de otros.
Están
previstas, al menos, 6 peregrinaciones por Parroquias, Arciprestazgos y
Movimientos a la CATEDRAL. Este acercarnos a la “casa madre” de la nuestra
Iglesia diocesana tendrá dos momentos muy especiales:
- La celebración
de la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo, en la que se hará entrega a los
peregrinos el Credo de nuestra fe... donde se recoge la síntesis de la fe que
profesamos los católicos desde tiempos de los Apóstoles.
- Y la
renovación de las promesas bautismales en la Cripta de San Antolín. Este acto tiene
un simbolismo muy especial. Renovamos las promesas que por la mayoría de
nosotros hicieron nuestros padres y padrinos en el día de nuestra Bautismo… en
el lugar donde reside el recuerdo más antiguo de la fe de nuestros antepasados.
Un buen momento para entroncarnos en la corriente de todos los que han
mantenido a lo largo de los siglos la fe en nuestro pueblo.
También hay
previstas tres peregrinaciones diocesanas muy especiales:
- A ROMA, visitando la tumba de San Pedro del 2 al 6 de abril de 2013.
- A TIERRA SANTA, para acercarnos a los lugares donde vivió Jesús del 22 al 28 de julio de 2013.
- Y a LOURDES, donde nos encontraremos con nuestra Madre la Virgen María, en compañía de los enfermos del 1 al 5 de agosto de 2013.
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